sábado, abril 23, 2005

Iván Z y los cromos de Peter Pan (III)

Will More, actor fetiche de Zulueta, con unas pintas muy parecidas a Eduardo Benavente, es la intuición. El niño pirado que de repente le descubre otro mundo a Eusebio Poncela (representante de la racionalidad, director de medio pelo con pretensiones y hombre quemado por la vida y por el caballo, de vuelta de todo). More filma de forma punki, atropellada, casi sin sentido, pero pilla ese espíritu puro de la imagen, ese algo que a él le transmita una emoción personal. Cree en su arte. En un momento, pilla a Poncela y le habla de la gran pausa, del arrebato, ese momento sublime, casi una epifanía, en el que todo adquiere un nuevo sentido. Le enseña un viejo álbum de cromos de "Las minas del Rey Salomón" y Poncela se pone a llorar desconsoladamente y desarmado, asaltado por los recuerdos de la infancia. El cine de Zulueta no disimula ni un ápice su carácter autobiográfico. Casi todo lo que filmó lo hizo en su casa o en casas de amigos, y pillando su propio material. En el documental, explica que el álbum de cromos previsto en el guión era uno que tenía de Peter Pan (obvio, sí), pero que misteriosamente desapareció el mismo día del rodaje. Recurrieron entonces a una solución de emergencia. En su casa, Zulueta enseña diferentes álbumes que conserva desde que era pequeño y nos muestra un hallazgo: dos colecciones diferentes de "Blancanieves y los siete enanitos", la original y la reedición, en las que nada cambia excepto la calidad del dibujo, la textura y la forma y tamaño de los cromos. El director explica por qué prefiere la imperfección de los primeros al progreso técnico de los segundos.
La primera vez que fui a Madrid, con mis padres, fue entre 1976 y 1978 (tengo dudas de precisión). Primeros recuerdos: las escaleras mecánicas de El Corte Inglés, los árboles en las anchas avenidas, el parque de atracciones, los autobuses rojos y los kioscos gigantescos en los que podía comprar todo tipo de tebeos. Nos alojamos en un hotel muy cerca de la Plaza de España. Allí, en su ya casi mítico apartamento con vistas a la plaza, Zulueta estaría filmando cosas con sus colegas. Ver "Arrebato" me retrotrae a esa extraña nostalgia aunque se empañe de unos elementos sórdidos que no hacen sino distorsionar lo más importante de las cosas. Para mí, ver "Arrebato" era como para José Sirgado/ Eusebio Poncela descubrir los cromos de su infancia.

Canción del día: "Run" (New Order)

Frase del día: "De puta madre. 69" (camiseta vista en una tienda de la calle Fuencarral, inscripción colocada como si fuese el nombre del jugador y su dorsal)


2 Comments:

Anonymous Anónimo said...

¡Qué extraña tiene que ser la sensación de reencontrarse con ese paisaje urbano visto de niño a través del cine de Zulueta un buen puñado de años después, y comprobar cómo se comunican el recuerdo y la película!

Si al final las percepciones que se tienen en la infancia, y cómo las afrontamos pasado el tiempo, con nuestros ojos o los de otro, va a ser buena parte del meollo de la cuestión de esta vida...

9:22 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Y ese niño precioso de Will More ¿quién era? ¿de dónde salió? ¿dónde está? ¿muerto? ¿arrebatao? ¿alguien sabe dónde encontrar algo sobre él? Gracias, majos

11:18 a. m.  

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