domingo, noviembre 13, 2005

Entrevista a Ian McCulloch (II)

-Hay un disco de homenaje a vosotros titulado “Play The Game” con bandas españolas. ¿Lo has escuchado?

-Sólo lo he puesto una vez porque la verdad es que siempre tengo muchas cosas que hacer, pero me gusta y para nosotros es un gran cumplido, me hace sentir muy bien. Para mí esto significa más que alguien muy famoso que nos hace una versión. Virtualmente es como si hubiésemos inspirado a todas esas bandas a hacer nuestras canciones.

-Simple Minds hicieron “Bring On The Dancing Horses” en su álbum de versiones de 2001. ¿Qué sentisteis al ver que una banda tan odiada por vosotros hacía una canción vuestra?

-Me gustaban al principio, pero luego empezaron a hacer mierda y a intentar ser como U2. Ahora ya no tengo problemas con ellos. Hace poco estuve con Jim Kerr y me dijo que nos admiraba. Me gusta la forma en que hicieron los coros en la versión.

-Todavía quedan bandas de vuestra generación haciendo música, como U2, Depeche Mode, New Order, Simple Minds, The Cure… ¿qué os diferencia de ellos?

-El talento (ríe). No, en serio, creo que los que marcamos la diferencia somos yo y Will Sergeant, creo que tenemos la mejor voz y la mejor guitarra del mundo, y esa es una gran diferencia. También creo que ellos tienen unos 100 millones de libras más que nosotros, y esa es una diferencia masiva. Ellos son ricos y nosotros no, pero nos quedamos con el talento natural.

-¿Qué canciones reservas para los Bunnymen y cuáles prefieres sacar en tus discos en solitario? ¿Cómo decides eso?

-No lo sé, porque creo que es un método muy personal y reflexivo. Depende de lo que sienta en el momento, si necesito un descanso de los Bunnymen y estoy escribiendo canciones para la banda a lo mejor las desvío para mis discos. En este álbum la mayoría de los temas los compuse con la acústica y luego hablé con Will para que les añadiera su guitarra. Intentamos dividírnoslas al cincuenta por ciento pero no siempre funciona. La gente piensa que somos McCulloch y Sergeant tocando en la misma habitación, pero no es así. Yo siempre compongo en casa. Muchas de estas canciones podrían haber ido para un álbum en solitario porque tienen un ángulo diferente. Cada canción que compongo ahora contiene una reflexión personal porque lo contrario sería engañarme o simular que no soy yo, pero a la hora de elegir el sonido vi que el acústico no era la mejor manera de grabarlas. Todavía creo que tienen un sentimiento muy de banda y me parecía que lo mejor era sacarlas con los Bunnymen.

-Hay un disco de Echo & The Bunnymen con otro vocalista,”Reverberation”, de 1990, cuando dejaste la banda momentáneamente. ¿Fuiste capaz de escucharlo?

-Creo que lo puse lo una vez. Es una cosa muy extraña para escuchar, pero el disco me gustó, había sonidos muy diferentes. Me marché porque creía que las cosas ya se hacían más por dinero que por estar contentos nosotros, pero al final volvimos a ser una banda importante para la gente.

-Will y tú todavía sois fieles a vuestros peinados. ¿Nunca habeis tenido la tentación de cambiar?

-El mío es ligeramente diferente pero me gusta cómo queda con mi cara y también creo que la gente me ve bien y me alegro de tener todavía pelo. Creo que tengo muy buena pinta, me siento afortunado por haber nacido con una cara bastante decente y que se siga manteniendo así a lo largo de los años. Mucha gente me dice que no parezco mayor de 30 años. Odio a la gente que intenta aparentar ser joven como sea. En mi caso es más natural y además soy un icono del rock and roll: la gente me ve y ve a Echo & The Bunnymen.

-¿Es cierto que Daniel Day-Lewis hizo de pipa para vosotros?

-Sí, fue en un concierto nuestro en Leeds, creo que en 1979. Él era amigo del responsable de la iluminación y nos ayudó a mover el equipo. Vaya, me había olvidado de eso. Lo has leído en la reedición de “Heaven Up Here”, ¿no?

Canción del día: "Sometimes Always" (The Jesus & Mary Chain)

Frase del día: "Con nuestro tema 'Helena no sabe decir gñoki' hemos querido humanizar el tuning, le faltaba una dosis de poesía, aunque sea poesía parda. Además, nuestra ilusión es que nos hicieran muñequitos para colgar del retrovisor del coche, como Elvis o el Neng" (Carlos Faemino en "Rolling Stone")