jueves, marzo 22, 2007

"La vida de los otros", de Florian Henckel. Yo, el espectador, soy quien espía los juegos de los niños

Por encima de la historia que se cuenta, de la que ya se ha hablado suficientemente, lo más interesante de "La vida de los otros" es el juego de espejos, o cajas chinas, o no sé cómo describirlo, que Florian Henckel establece. Nítidamente puesto de manifiesto en algunos momentos (el agente de la Stasi definiéndose como "yo soy el público" o leyendo en alto a Brecht) hace que la película opere fundamentalmente como la relación establecida entre un espía, un dramaturgo y una actriz y como los roles se van intercambiando: el observador tiene la potestad de, a su libre albedrío, mover los hilos, determinar los comportamientos y el destino de sus personajes (los espiados, los observados). Buena metáfora del control social y de los estados totalitarios como maestros de marionetas y de la impotencia de los ciudadanos, que si el capricho del que te controla le da por liberarte, encima tienes que darle las gracias.

El controlador también es controlado, vale. Es una víctima más del sistema, forzado a hacer su función con la mayor crueldad posible o será castigado. La soledad del espía, forzado por las circunstancias a convertirse en un hijo de puta. Pero lo peor de todo no es eso, lo peor es que, durante dos horas y pico, el observador está siendo observado, y juzgado, desde fuera de la pantalla. Como cada vez que vamos al cine a observar, y juzgar, la vida de los otros. Quizás porque sirva para ayudarnos a vivir la nuestra.

Y a nosotros, los espectadores.... ¿quién nos observa?

Canción del día: "Strange Weather" (Marianne Faithfull)

Frase del día: "Busta Rhymes es gay" (frase de bienvenida en el myspace de Lovefoxxx, cantante de CSS)

7 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Los Señores nos apaciguan con imágenes. Nos dan libros, conciertos, galerías, espectáculos, cines. Especialmente cines. A través del arte nos confunden y nos ciegan a nuestra esclavitud. El arte adorna las paredes de nuestra prisión, nos mantiene en silencio, distraídos e indiferentes.

(XLVIII. Los Señores, Jim Morrison)

12:44 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

A ti te obresvan los que leemos tu blog.

Marianne es increíble.

1:44 p. m.  
Blogger David said...

Sí, pero yo decido lo que observan, jejejeje.

2:39 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Of course, sweetheart, it's part of the game and you know it

5:20 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

A VER QUE OBSERVAMOS!, Nuevo disco de Low y ningun comentario... pero por DIOX David ! :-)
Bueno, también lo tiene Andrew Bird y este no falla : ENORME !

10:55 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Ya tengo tu Megáfono grabador. Con éste chisme y el Buddha tienes todos los aperos para convertirte en un performer de fama mundial. jajaja!

2:17 p. m.  
Blogger David said...

¡Yujuuuuuu!
¿Low? Está muy bien el disco, pero me da tanto bajón escucharlo que en realidad lo tento apartado en una estantería (casi casi lo mismito que me pasó con el de Scott Walker).
El de Andrew Bird también mola.

5:56 p. m.  

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