martes, septiembre 11, 2007

"Death Proof", de Quentin Tarantino. El diablo sobre ruedas

Primer spoiler. Antes de verla, me habían advertido de algo: te pasas un buen rato, mucho rato, contemplando una trama en la que parece que no pasa nada... hasta que pasa algo y todo cambia. Eso, por encima de las escenas de acción y violencia más comentadas, es la clave para que el impacto de "Death Proof" sea mucho mayor.

Hay un hecho importante. Nos hemos quejado de que, en Europa, las dos películas de "Grindhouse" se proyecten por separado, pero no se ha comentado lo suficientemente que, en la versión EE UU, la cinta de Tarantino dura veintipico minutos menos. Algunos lo agradecerán (mi compañero de butaca, por ejemplo, decía que le sobraba metraje por la abundancia de escenas en las que no pasa nada).

Racionalizando, tras el final de la película, a mí me parece perfecta tal y como está. Subvierte lo que se espera de un film de acción estirando hasta lo indecible, diría que incluso provocando aposta el tedio, larguísimas secuencias de diálogos corales puramente tarantinianos y comprimiendo las escenas más trepidantes (que son muy pocas y, en algún caso, muy breves). Permite recrearse en esas típicas conversaciones, que parecen banales pero nunca lo son, y que tienen una elaboración muchísimo más inteligente que, no sé, las socorridas de club de la comedia.

Al tiempo, ayudan a definir y aproximarnos a los personajes (aquella cosa que no sucedía en "Kill Bill"), sobre todo teniendo en cuenta que son constantes retroalimentaciones de información sobre el lugar que cada una de ellas -porque son personajes femeninos- tiene dentro del grupo. Pero, aún por encima de todo ello, es la calma chicha que precede a la tempestad. Camuflada como una comedia costumbrista juvenil en que las chicas hablan tarantinescamente sobre 'cosas de chicas', lo único que hace es desviar la atención sobre lo que está por venir. A partir de ahí (spoiler importante), ya te tiene agarrado por los huevos al asiento hasta desembocar en uno de los mejores finales del cine más o menos reciente.

Otras cosas ya están suficientemente comentadas por ahí: el pastiche-homenaje reciclado, típicamente posmoderno, a otra época y otra forma de hacer cine (destacando el simpático recurso de crear falsamente rayaduras o fallos en la película), el juego de anacronismos (¿a que, hasta que aparece un teléfono móvil, todo el mundo se cree que la peli se está desarrollando en los 70?), el hecho de dar uno de los papeles protagonistas a una especialista, Zoe Ball, haciendo de ella misma, o el rescate de Kurt Russell autoparodiándose en, probablemente, el mejor papel de su, hasta ahora, decadente carrera.

Otro tema con miga es el de las connotaciones de la película a nivel de género. ¿Es realmente, una película feminista o es todo lo contrario? Mi opinión es que a Tarantino, esa cuestión se la trae completamente floja, y lo único que hace es homenajear a cierto tipo de heroínas de acción y fantasear con que cuatro u ocho tías buenorras hablen exactamente igual que Harvey Keitel y Samuel L.Jackson.

De momento, la película del año.

Recomiendo, finalmente y si alguien todavía lo puede conseguir, el número de julio-agosto de Cahiers du Cinema España, con una extensísima entrevista y varios artículos dedicados a Tarantino, que arrojan más luz sobre todo esto.

Canción del día: "When Under Ether" (PJ Harvey)

Frase del día: "¿Dios es amor? ¿Sí o no? No" (Samuel Beckett)


5 Comments:

Anonymous Anónimo said...

En la librería 8 y medio aún venden números atrasados de Cahiers... al menos lo hacían hasta hace un par de semanas.

Tarantino está sobrevalorado. Se abre el debate.

4:44 p. m.  
Blogger Hematocrítico said...

De ninguna manera. Se cierra el debate.

10:28 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Precisamente, casualidades de la vida, ayer vi Death Proof. La película me gustó mucho. Sobre todo porque creo que Tarantino es de los pocos, sino el único, que logra hacer cine de acción realista. En el sentido de que me creo lo que está ocurriendo hasta el final. No es puro entretenimiento, no es pura diversión (para eso está 'La jungla de cristal'). Es mucho más.

Creo que una de las claves está en los personajes. Son tan verdaderos que te los crees, porque sus diálogos, sus deseos, sus preocupaciones, sus miedos son los nuestros propios (maravilloso el momento en que dedica toda la pantalla a mostrar un SMS, algo tan familiar, tan rutinario y tan emocionante al mismo tiempo, tan definitivo a veces). Sus personajes están tan vivos y él los presenta de una forma tan clara que sencillamente te enganchan. Porque lo verdadero, lo profundo engancha; lo falso, lo indefinido aburre. Por eso a mí no me aburrió ni un solo momento en los que no hubo acción (mi amiga con la que fui al cine me dijo que era porque se me salían los ojos con las tías buenorras. Es otra versión...).

Y esta es una cuestión que discuto a menudo con la gente. Para mí, este cine, como el de Almodóvar, es "puro realismo". Es decir, ¡que esto pasa de verdad!

5:04 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

trrrrrrrrrremenda

me flipó la manera de irte retratando a las tias y sus relaciones

yo no creo que sea una peli de accion... la accion es lo anecdotico... igual que en la jungla de cristal lo realista es lo anecdotico
que tambien la fui a ver y que bastada de fantasmada madre de dios!!! infumable... como me esperaba

11:58 a. m.  
Blogger Hematocrítico said...

Aún no vi Death Proof pero raro me parecería que fuera mejor que la Jungla 4.0 que me pareció cojonuda... qué cosa más divertida! La veré, claro!

8:13 a. m.  

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