jueves, septiembre 20, 2007

"Reencarnación", de Jonathan Glazer; "Los idiotas", de Lars Von Trier y "Election", de Johnny To. Tres revisiones a tiempo

Por circunstancias diversas (la que gana: el siempre aprovechable ciclo "Si aún no la ha visto..." de la Filmoteca) me he encontrado o reencontrado con tres pelis más o menos recientes sobre las que me apetece escribir algo, así que, allá voy.

Reencarnación
En su momento (2004) pasó bastante desapercibida excepto por el corte de pelo de Nicole Kidman. De hecho, yo también me la perdí (pensaba que sería una medianía) hasta que, en el DVD de "The Work Of Director" dedicado a Jonathan Glazer (el hombre, que por ejemplo, hizo uno de los mejores videoclips de la historia: "Rabbit In Your Headlights), incluyen la primera secuencia de esta peli: largo travelling, con una música angelical, de un hombre de espaldas haciendo footing por un Central Park nevado hasta que muere de un ataque al corazón o algo. Cuando cae sobre la nieve, pasan al primer plano de un niño que nace y sale el título original de la peli, "Birth".
Después de eso no había duda de que tenía que verla en cuanto tuviera la primera oportunidad, y la sorpresa ha sido morrocotuda. La historia del (muy siniestro) niño de 10 años que se le aparece a la Kidman diciendo que es su marido, que ella es suya y que no se case con el pringao con el que se va a casar deviene en una turbadora mezcla de humor negro, relato gótico-fantástico y melodrama sobre los problemas de las clases altas. Kidman hace una tremenda interpretación (posiblemente, la mejor que le he visto después de "Eyes Wide Shut") y las atmósferas y el estilo visual de Glazer le confirman como un cineasta al que seguirle la pista. Al final, en los títulos de crédito le encuentras sentido a todo: uno de los guionistas es el buñuelesco Jean-Claude Carriere. Ahora me resulta aún más increible que este impresionante peliculón haya pasado desapercibido.

Los idiotas
No la vi exactamente en su momento, sino un par de años después cuando la pusieron en el CGAI. Ya se ha hablado bastante de esta peli, aunque más refiriéndose a su implicación en el movimiento Dogma y, si tal, a lo provocador de su argumento, que a otras cosas. Lo bueno es que, recuperada en 2007 (menos mal que la 2 aún mantiene el cine-club los domingos a las mil. A ver si para la próxima legislatura no vuelven a decir lo de "vamos a montar una televisión cultural" y tal para que luego lo supriman definitivamente), la peli gana muchos enteros y se revela como una cinta muy visionaria. Adviertes que, por un lado, la idea de la casa de los idiotas se anticipa a la del gran hermano, la granja de los famosos y otras variantes. Por otro lado, las situaciones en que los idiotas entran en contacto con el mundo exterior son típicas tramas de programa de cámara oculta pero desde el punto de vista transgresor de "Jackass" y "Borat". Mucho mejores, por supuesto. Un ejemplo: la escena en que un matrimonio viene a comprar la casa y el cabecilla del grupo les dice que hay retrasados mentales para poner a prueba la falsedad de su corrección política es todo un paradigma de cómo hacer cine para subvertir y, poner en evidencia, los valores de la socialdemocracia escandinava (extrapolable, en este caso, a las democracias occidentales). Tampoco deja títere con cabeza en el análisis de la dinámica interna y motivaciones del grupo de niños pijos que se va de campamento a una casa de campo para jugar a que niegan las normas sociales pero que, cuando la cosa se pone seria, prefieren volver a la vida normal. El inquietante flash-forward hacia un falso documental con un entrevistador que se implica (¿es Von Trier?) le da un toque esperpéntico adicional y curiosamente imperfecto (se utiliza en la primera mitad de la peli y se evita en la segunda). Obra corrosiva, inteligentísma, amoral, que, además, demuestra lo retorcido del humor de Von Trier y su altísima peligrosidad social. "Los idiotas" no es sólo, de entre sus títulos, el que mejor aguanta el paso del tiempo. Es, también, su gran obra maestra: la película que demuestra por qué es uno de los grandes genios del cine actual.

Election
No confundir con "Election" de Alexander Payne (que es todavía mejor). La de Johnny To es una demostración certera de por qué el cine policial-de acción de Hong Kong es la fuente que alimenta a Holywood para mantener la frescura del género. Al principio, la trama es un poco liosa (demasiados nombres, quiebros constantes en el argumento, encima son chinos y los rostros se nos hacen todos muy parecidos...), hasta que vas entrando en el rollo. El punto de partida son las elecciones en las tríadas, una organización criminal con siglos de tradición, y el enfrentamiento que se produce entre sus dos candidatos. La película muestra el juego de alianzas en la lucha por el poder y la implicación en todo ello de una policía, por supuesto, corrupta. Estilo visual formidable y con ese tono oriental que lo mismo te mete puntos de humor absurdo como una desconcertante mezcla de poesía y violencia salvaje. "Election 2", por cierto, la estrenaron este verano en Madrid pero ya no está en las pantallas. Vaya mierda.

Canción del día: "To Talk To You" (PJ Harvey)

Frase del día: "No me gusta hablar de las musas. No me imagino subirme a un taxi, pedirle que me lleve a Callao y que me responda: '¡Ay, estoy inspirado, voy a llevarle al Bernabeu!'" (Andrés Calamaro)

3 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Mmmm... Da la impresión de que sólo escuchas a PJ últimamente. Y es tu musa, a mi no me engañas. Esa cita de Calamaro no me despista lo más mínimo.

3:47 p. m.  
Blogger David said...

Sí, sueño con ese día en que PJ me lleve al Bernabeu :-))))))

4:18 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Ya, ya, al Bernabeu... Mira, PJ te lleva a ti al Bernabeu y Nick Cave a mi a la Fórmula 1...

6:04 p. m.  

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