domingo, octubre 28, 2007

Entrevista The Ex (I)

Durante las dos próximas entradas, colgaré la transcripción completa de la entrevista que le hice a Andy Moor, del magnífico grupo holandés The Ex, y que salió en versión reducida en el Metrópoli de este viernes.

Vuestro último album ha sido un proyecto junto al saxofonista etíope Getatchew Mekuria, editado en 2006. ¿Tenéis en mente grabar un nuevo disco pronto?
Aún no. Todavía estamos aprendiendo a tocar las canciones del último. De hecho, en esta última gira la música realmente ha encontrado su ubicación. Las guitarras han encontrado su lugar y los vientos realmente se han adecuado. Es un proceso lento al que no se pueden meter prisas, un poco como cuando combinas especias y siempre saben mejor el segundo día después de cocinarlas.

¿Qué váis a hacer en el concierto de Castellón? (Tocan el 1 de noviembre en el festival Tanned Tin)
Estaremos los cuatro componentes de The Ex. Terrie Ex y yo tocamos guitarras y guitarras barítono, Kat Ex a la batería y G.W. Sok cantando. Es un set que hemos tocado durante bastante tiempo pero que llevamos como cinco meses sin tocar porque hemos estado muy ocupados con un proyecto teatral (una adaptación de “La naranja mecánica” con el grupo L’Electrique) y el repertorio de Getatchew. Así que sera excitante ver este set moviéndose de nuevo.

Constantemente os empujáis en nuevas, y generalmente inesperadas, direcciones. ¿Hay algo en estos momentos que os seduzca tanto que os gustaría incorporarlo a vuestra música?
Estamos escuchando mucha música africana, que es realmente lo que nos ha influido en los últimos años: melodies muy simples y repetitivias, con ritmos que te conducen al baile. Yo escucho mucho dancehall, dub y dubstep, que ha tenido un gran impacto en mí los dos últimos años, especialmente en relación a la guitarra barítono, que utilizo realmente para hacer líneas de bajo sencillas y pegadizas que peguen bien con la batería. Hay también muchas influencias imposibles de trazar y que suceden a todos los niveles. Creo que, siempre que mantengas la antena puesta y tengas la mente y los oídos abiertos, tu música siempre cambiará y se transformará.

Carecéis de bajista desde 2005. ¿En qué medida os ha afectado?
Ahora llevamos guitarras barítono, afinadas de forma muy grave, no tanto como un bajo pero lo suficientemente como para rellenar la parte más profunda del sonido. Tanto Terrie como yo las alternamos con la guitarra y utilizamos el instrumento de forma muy diferente. Terrie toca acordes muy gruesos y densos y yo tiendo a usarla como un bajo, con acordes y líneas simples. Funciona muy bien y, de algún modo, ha hecho nuestro sonido más transparente y claro.

A medida que os hacéis mayores, vuestra música es más libre, como si quisieseis liberaros de todo tipo de preconcepciones. También habéis tomado referencias de todo el mundo: África, Hungría, Turquía… ¿Pensáis que la música occidental está demasiado cerrada en sí misma, tanto en sus formas como en sus valores?
Depende de lo que entiendas como música occidental. Parte de ella es muy libre y otra extremadamente rígida y estática. La perspectiva clásica siempre ha sido demasiado rígida para mí, demasiado centrada en el virtuosismo del instrumentista y no en músicos aprendiendo a tocar juntos, y la presión bajo la que tienen que tocar esos músicos la encuentro casi cruel e inhumana. Por otra parte, estamos viviendo en un momento en que estamos expuestos a una variación tan masiva de la música alrededor de todo el globo y hay un acceso tan fácil a ella que toda la idea de música occidental está destinada a cambiar su definición y fronteras. Creo que, con la edad, nuestra música se ha vuelto tan fluida que lo podrías ver como una especie de libertad. Creo que nuestro lenguaje personal se ha desarrollado a lo largo de los años y se ha vuelto realmente reconocible como nuestro sonido, y esto es algo que sólo puede crecer a lo largo de un amplio período de tiempo. Cuando empezamos, nuestras influencias eran mucho más directas y fáciles de reconocer: Gang Of Four, Mekons, Big Flame… pero con los años ha habido tantos estilos de música que se han filtrado en nuestro paisaje sonoro que se hace difícil adivinar de dónde viene cada cosa.