sábado, septiembre 27, 2008

Entrevista a Albert Pla

A continuación, el texto completo de la entrevista que le realicé a Albert Pla y que fue publicada ayer en "La Luna de Metrópoli" con el titular: "Yo miento y digo la verdad".

Albert Pla (Sabadell, 1966) ha hecho de la ruptura de esquemas su mayor seña de identidad. Como el bufón que se permite decir las verdades más burras porque nadie se lo va a tomar en serio o como el loco que, en el fondo, está mas cuerdo que nadie, pero con una personalidad tan hermética e insondable que trasciende esos clichés. Ahora, tras el desarmante “Cançons d’amor i droga” (2003), el espectáculo músico-teatral “El malo de la película” y un recopilatorio en directo -“Vida y milagros” (2006)- con el que dio carpetazo a su relación con RCA, regresa con “La diferencia”, noveno álbum que, a su mismo tiempo, es la referencia inaugural de un nuevo sello, El Volcán. Estamos precisamente en el salón de sus flamantes oficinas. El artista se sienta en el sofá, se quita los calcetines y comienza a hablar meditadamente y en voz baja, con una introversión tan frágil como risueña.

PREGUNTA.- ¿El detectar o establecer una diferencia nos hace creer superiores y excluir o desconsiderar a los demás y, por tanto, es algo que deberíamos evitar?
RESPUESTA.- Probablemente. Mucha gente me está preguntando cosas así de la diferencia, y nunca pensé en ella (risas).

P.- También está la diferencia entre el artista, el personaje y la persona real, que es algo que siempre ha intentado eludir.
R.- No lo intento. Es tal cual puedo abarcar yo.

P.- ¿Se considera un nihilista?
R.- ¿Un nihilista? No. ¿Por qué lo dice?

P.- Escucharle me hace pensar en que no cree en ningún tipo de verdad preestablecida.
R.- No es tanto así, pero evidentemente ellos mienten todos.

P.- ¿Usted no miente?
R.- Yo sí que miento. Miento y digo la verdad, lo que pasa es que mis valores no están ahí. No me importa la verdad y por lo tanto puedo mentir tranquilamente. Lo que me parece un escándalo es que haya gente que vaya por ahí defendiendo la verdad (risas), eso es de alucine.

P.- Canciones como “La colilla” o “Fantasma” parecen hablar de la venganza. ¿Esa temática cumple alguna función dentro de “La diferencia”?
R.- No, ninguna. “La colilla” no es una venganza, sino un hecho matemático irreversible.

P.- El tema habla de la colilla de un descendiente de Moctezuma que, al ser decapitado, atraviesa la frontera e incendia todo EE UU. ¿Es ese un hecho irreversible que va a suceder?
R.- No sé. Probablemente se van a quemar una vez EE UU y todos los países antes de que la tierra vuelva a ser redonda, pero es un hecho: una colilla va y se van quemando cosas. Es una verdad fría en la que yo no tomo partido.

P.- ¿No toma usted partido por la colilla?
R.- Quiero decir… Hubiera podido incendiar tranquilamente España, lo que pasa es que cuando estaba cuadrando la canción me encontraba en México, y salió así por las circunstancias.

P.- En contraposición, canciones como “Buscando” o “Ciego” hablan del amor y la felicidad de un modo que puede sorprender.
R.- Bueno, yo hago montones de canciones de amor. A veces la gente presta más atención a otras cosas o le choca más, pero a mí no. Uno siempre quiere decir muchas cosas sobre ese tema, y como ya están dichas es sólo esperar a que salgan. “Ciego” consistía precisamente en no decir nada.

P.- ¿De dónde surge la inspiración para los temas?
R.- De ningún lado en especial.

P.- ¿Es espontáneo entonces?
R.- No, yo las canciones las pienso, me van saliendo, no las escribo nunca y cuando están están. Tienes 8.000 sin acabar y dices: “Hoy voy a acabar esta o voy a acabar esta otra” y ya te pierdes en cuándo la empezaste o cómo empezó. Si ahora me dijeras: “¡Graba un disco!”, pensaría: “¿Cómo lo quiero? ¿De tangos?”, pues venga, a ver qué se parece al tango, cogería diez temas, los terminaría y grabaríamos el disco.

P.- ¿Las canciones tienen sentido sin su representación en el escenario?
R.- No tengo ni idea. La gente que escuche el disco lo dirá.

P.- Adquieren una fuerza muy diferente viéndole a usted escenificarlas.
R.- Yo todas las hago para interpretarlas. Todas son canciones de directo para mí. El disco lo hago para… (se parte de risa)… ¡yo qué sé para qué lo hago!. Aquí hay temas como “Soñando” que quizá en directo no habría interpretado nunca pero me encanta cómo queda grabada, y eso me pasa a menudo: hay canciones que me gusta como quedaron en el disco y entonces ya no las canto más.

P.- Cuando toca diez noches seguidas en un mismo sitio, ¿llega a adquirir una sensación de rutina o siempre hay un factor sorpresa que hace de cada concierto algo diferente?
R.- Siempre. Siempre. Siempre. Siempre. Es un estado de ánimo el tocar, tuyo y de la gente que viene. Hasta influye si ponen la calefacción alta o un poco más baja.

P.- ¿Qué es lo más extraño que le ha sucedido en un directo?
R.- ¿Hundimientos, avalanchas de gente, vómitos, desmayos de músicos, piedras y todo esto cuenta?

P.- Por supuesto.
R.- Pueees…. Sí.

P.- ¿Le han apedreado alguna vez?
R.- No, a mí no. He visto cómo apedreaban al grupo anterior, pero siempre llegan cosas al escenario. En nuestro último concierto, en el Derrame Rock, se rompieron todos los altavoces y tuvieron que girar los chivatos para la gente, que serían 20.000 o 30.000 personas. Había tres inválidos delante de la zona de seguridad a los que tenía que ir saludando, porque me habían dicho que por favor les saludara. Y en una canción me giré un momento, se me cayó algo encima que me tiró al suelo, y era una chica, creo, o un chico, totalmente desbocada. Siempre pasan cosas.

P.- Después de todos estos años, ¿cree que el público ha aprendido a aceptar con naturalidad su universo?
R.- Siempre hubo una cierta confusión a la que yo me acostumbré y creo que la gente también. A veces me preguntan: “¿Qué vas a hacer?” y cuando acaba me dicen: “Jo, ha estado bien esto que has hecho, pero me gustó más lo otro”. El público ya viene a ver la propuesta que le haces y ya no espera que vayas a…. Pero también creo que son los medios los que confunden al público. Cuando intentan explicar algo es el caos absoluto: la gente viene tarde porque además el periódico ponía que era a las diez y media cuando era a las diez y en otro teatro. Cuando al final consiguen llegar se creían que ibas a hacer un concierto porque lo ponía el diario cuando tú te has preocupado de decirle: “Tú sobre todo no pongas que es un concierto, porque es una obra de teatro”.

P.- En discos anteriores dio a conocer la obra de escritores como Josep Maria de Fonollosa o Pepe Sales. ¿Hay algún otro autor que le guste y con cuyo material podría hacer algo?
R.- Aaaah… con El Roto. No sé cómo podría grabar algo con lo que él hace, pero ya que me lo ha preguntado…

P.- ¿Qué diría que es lo mejor y lo peor que le ha pasado desde que está en la música?
R.- Es que todo lo bueno y lo malo es relativo. Si te das una hostia en un coche y te rompes una pierna puedes pensar que has tenido muy buena suerte o muy mala. No sé valorar esas cosas, es mi vida, mi vida queee… je je je… se va mezclando con la vida también. Te pasan cosas, que es lo suyo.

SOLO ANTE EL PELIGRO
Tras haber hecho una gira en verano con banda, el nuevo espectáculo de Albert Pla, en teatros, es, en sus palabras, “un concierto donde estoy yo solo con la guitarra, cantando mis cancioncillas. Así de simple”. Sobre la gira, también bautizada como “La diferencia”, ya se han lanzado leyendas como la de que tocará encerrado en una jaula. Algo que, con una risa pilla, él desmiente: “No es exactamente así. Es un superescenario, una estructura de hierros que parece una jaula donde están colgados los focos y yo voy controlando todo”. Lo que sí reconoce como término suyo es la definición de “espectáculo multimierda”. “Eso lo digo siempre yo –aclara- antes de que alguien lo llame “espectáculo multimedia”, para que la gente no vaya engañada y se piense que hay superpantallas o tíos yendo al revés pintados de azul”.
De momento, Pla alargará esta gira hasta mayo “y luego ya veremos lo que hacemos. A mí –concluye- lo que me gusta es que la gente escuche por primera vez las historias y esté relajada, pero hay otras muchas cosas”.

ESTRELLA MEDIÁTICA
Aunque ya se dio a conocer ante el gran público encarnando a un cura que cantaba “Soy rebelde” en la película “Airbag” (1997), el último boom mediático de Pla se dio el año pasado cuando se incorporó como colaborador en el programa televisivo de Andreu Buenafuente. Presentado como “hombre de acción” y ataviado con una camiseta del Barça con el escudo del Real Madrid por encima, el hombre que afirma que nunca ve la tele ni sigue la actualidad dialogaba con el conductor del programa… sobre la actualidad. Sus intervenciones dieron lugar a momentos como éste: (Buenafuente) “¿Te has enterado de lo de Javier Bardem y Penélope Cruz?” (Pla) “No”. (Buenafuente) “¿Quieres que te lo cuente?”. (Pla) “No”.


Canción del día: "Boy, Did She Teach You Nothing?" (Absentee)

Frase del día: "A mí más que la música me gustan las tetas grandes" (Periodista musical que prefiere guardar el anonimato)