jueves, septiembre 25, 2008

"Yo serví al Rey de Inglaterra", de Jiri Menzel. Humor checo.

Todavía aguanta en las pantallas de Madrid (igual sólo un día más) una película bastante oxigenante. "Yo serví al Rey de Inglaterra", de engañoso título, es el último film de Jiri Menzel, uno de los grandes del nuevo cine checo de los 60. Basada en una novela del autor Bohumil Hrabal, entronca perfectamente con lo que percibo como una tradición narrativa de ese país: la misma que se intuye en "Las aventuras del bravo soldado Schweiz" (algo así como el Quijote checo, famosa novela de Jaroslav Hasek que también dio lugar a una serie de TV que se pasó en España en prime time en los 80) o "Vida e insólitas aventuras del soldado Iván Chonkin" (rodada por el propio Menzel en 1993).

La narración más o menos épica de aventuras y desventuras de un sujeto condicionadas por los vaivenes de la historia se alían con la picaresca, la comedia bufa y, de fondo, la tragedia, para constituir una historia sui géneris, marcada por el exceso y el absurdo, pero dejando que transpire cierto idealismo y un comentario histórico y social sobre la historia del país. También una lectura moralista.

Con la voz en off como hilo conductor, la peli va intercalando lo que le sucede al protagonista tras salir de la cárcel con continuos flashbacks de su pasado, cuando era un joven ambicioso que soñaba con ser millonario, nadar en el lujo y cubrir de flores a bellas mujeres después de cada polvo. A lo largo de sus peripecias, se reflexiona sobre el poder y el dinero, se plasma cierta idea de las relaciones de género bastante misógina y, tras el violento declive de aquellos felices años 30, sobre la ingenuidad de quien pretende vivir ajeno a los acontecimientos históricos.

Y, abducido como estoy últimamente por la cultura checa, sigo en ascuas por ver qué van a hacer Milos Forman y Vaclav Havel con su proyecto de una peli sobre el Tratado de Munich.

Canción del día: "Get Seduced" (The Faint)


Frase del día: "Compro la ropa en El Corte Inglés porque ahí no hay música" (Josele Santiago)

4 Comments:

Anonymous Anónimo said...

No he tenido oportunidad de ver la película pero me atrevo a recomendarte (igual ya lo has hecho) la lectura de Una soledad demasido rudiosa, una maravillosa novela de Bohumil Hrabal.
Un saludo y gracias por tu blog.
Espero que la película aguante una semana más, aunque me temos que ya lleva demasiado tiempo.

4:30 p. m.  
Blogger David said...

¡Tomo nota! El título me gusta. Gracias a ti.

4:32 p. m.  
Blogger joan said...

me encanta la frase de Josele, ¡qué pesaditos con lo de poner música en todas partes!

10:12 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Las aventuras del soldado Ivan Chonkin son de un escritor ruso, Voinovich, pero sí que es cierto que a mí me recordaba su humor al del buen Soldado SVEJK, de Jaroslav Hasek...

Que por cierto estoy buscando esa peli (estrenada en el Festival de Venecia del 93) y por eso llegué a este blog

Amo a Hrabal, llegué a estar a su lado en su cervecería favorita de Praga, pero no tuve valor para pedirle que me firmara un libro suyo que llevaba en el bolso... menos mal, luego me enteré por su traductora que eso le ponía enfermo

Menzel, como siempre, consiguió llevar su novela al cine de un modo sublime

9:38 p. m.  

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