jueves, enero 22, 2009

"El curioso caso de Benjamin Button", de David Fincher. Hacia el huracán.

Allá por los años 20, Scott Fitzgerald escribía "El curioso caso de Benjamin Button", un breve cuento fantástico sobre un hombre que vivía al revés: esto es, nacía como un anciano de ochenta años y moría como un recién nacido, mientras que el recorrido de la experiencia seguía el curso del de una persona normal. La idea podría ser tildada de idílica: ¿quién no ha deseado poder volver a ser joven pero con la experiencia de la vida; tener la energía, el vigor y la belleza de los 20 años con la sabiduría de los 50? Pero, característica habitual de la narrativa fantástica, siempre se tuerce algo cuando se violan las leyes de la naturaleza. Por todo ello, "Benjamin Button" es un drama existencial que parte de lo inaudito para hacernos reflexionar sobre lo que importa y no importa en la vida humana, sobre el gran castigo del paso del tiempo y la fugacidad de nuestro paso por el mundo. También -y por eso me pasé casi toda la peli pensando en lo mucho que le pegaba a Tim Burton- sobre la necesidad de que los seres diferentes también sean amados y aceptados.

Ahí está precisamente la fina línea que separa a la película de lo sublime y lo edulcorado. La traslación fílmica del cuento de Fitzgerald era un viejo proyecto de Hollywood para el que se barajaron varios nombres en las dos últimas décadas: gente tan dispar como Steven Spielberg, Spike Jonze o Ron Howard. Huelga comentar las diferencias de resultado que se producirían en función de quién la hubiese dirigido.

Y la ha dirigido un desconocido David Fincher. Pese a que el autor de "Seven" y "El club de la lucha" ya estaba mostrando últimamente su giro hacia la narrativa clásica (afortunado en "Zodiac", desafortunadísimo en "La habitación del pánico"), aquí parece mostrarse como un artesano al servicio del guión de Eric Roth (autor de, esto es importante, el argumento de "Forrest Gump"). Lo hace, eso sí, como un artesano de lujo: filma con gusto y pericia, muestra amor por el detalle, maneja con perfección toda la tecnología a su alcance y no permite que ésta sepulte a la historia ni al trabajo de los actores. Por otro lado, muestra curiosos rasgos de estilo al introducir los flash-backs del hombre que fue alcanzado siete veces por un rayo o la subtrama de las casualidades en París (ésta última, muy a lo Jean-Pierre Jeunet).

Creo que es el buen trabajo visual de Fincher y la materia prima de la obra original lo que acaba de hacer de esta cinta de casi tres horas una obra más que disfrutable a pesar de sus rémoras. En especial, los clichés de superproducción hollywoodiense, cierto toque sentimentalista y ese tono de historia de vida a lo largo de varios años (desde el fin de la Primera Guerra Mundial hasta ahora) asociado, como "Forrest Gump", a cierto ideal del sueño americano. Pero la amargura y el tono trágico que se destilan de la historia consiguen romper, en gran medida, con eso. Desde luego, bastante mejor que el "Harvey Milk" de Gus Van Sant, una plana, aburrida y previsible incursión del autor de "Last Days" en los tópicos más cansinos del biopic estilo "vidas de santos".

Por último, y no por ello menos importante, nunca he visto a la ya de por sí impresionante Cate Blanchett tan impresionante como en esta peli.

Canción del día:
"Lo que querías ser" (Nudozurdo)

Frase del día: "Hacer canciones es como ser un yonqui y estar buscando el siguiente pico. Sólo te sientes bien cuando llega" (Steve Wynn)

1 Comments:

Blogger jesus (of suburbia) said...

Mis expectativas para esta peli son FINCHER + FITZGERALD = OBRA MAESTRA, pero ya veo que no llega a tanto. He de reconocer que todo lo que lleve el sello Fitgerald me apasiona, pero claro que esta adaptación del cuento contiene más de Roth que de Fitgerald (2 horas y media), ojalá que haya salido la vena del Roth de Munich (fascinante).

Por cierto, Fitzgerald vuelve a estar de moda con otra versión de El gran Gatsby (no era necesario, Redford será siempre Gatsby) y de Hermosos y malditos, única novela, que no he leído suya.

En fin, suerte la tuya, porque ésta es la peli que más ganas tengo de ver de la temporada Oscars 2009 (13 nominaciones).

6:30 p. m.  

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