lunes, marzo 23, 2009

The Killers no mataron a Joe Boyd

Ayer me acerqué al concierto de The Killers en el Palacio de los Deportes, principalmente por curiosidad sociológica-periodística. No es que el grupo (valga una vez más la bromita fácil) me mate: me gusta gran parte de su primer álbum, especialmente los temás más en la línea de pop oscuro, y me gusta el single "Human".

Pero me sigue dejando intrigado el enorme impacto popular que despiertan: reconozco que muchas sus canciones tienen esos ingredientes de épica de arena-rock, pero les veo un aire algo insulso, sin la pegada de otros grupos actuales aún más épicos y, sin embargo, menos exitosos. Por otro lado, sus cuatro componentes tienen un horterismo extravagante que se queda a medio camino del delirio kitsch total. Me explico: pueden llegar a parecer un híbrido entre U2, Queen y Scissor Sisters sin acercarse a ninguno de esos extremos: ni demasiado "auténticos", ni lo suficientemente petardos. Brandon Flowers, sobreactuado y ridículo, aunque con buena voz, me parece el líder menos carismático del rock actual: un tipo extraño cuyas letras, ni suficientemente directas ni suficientemente retorcidas, mezclan pastiches de otras cosas con un mundo propio que aún no atino a saber exactamente en qué consiste. ¿Qué demonios quiere decir con eso de "I've got soul but I'm not a soldier"?. Encima, su ultraconservadorismo (mormón total, votante republicano) termina de desconcertar. Para desconcertar más todavía, se ha ganado el respeto por parte de la aristocracia del pop: que Bono, Lou Reed o Pet Shop Boys hayan colaborado con ellos o que Anton Corbijn les haya elegido para la banda sonora de "Control" hace pensar. Que seduzcan por igual al público indie que al público de 40 Principales es otra incógnita cuya clave muchos creen ya haber encontrado. Yo aún no.

En fin, que en el concierto de anoche, con sus pantallas de luces de neón, su escenario con palmeras y el fervor de las masas, entré igual que salí. Sigue éste siendo, para mí, un misterio sin resolver. El resto de las cosas que podría decir ya las dice mejor Juan Manuel Freire en su
crónica del show de Barcelona.
Por cierto, de Madrid se despidieron dejando en la pantalla una bandera española (cuya imagen fue recibida, entre otros, por los cánticos tan de moda de "yo soy español, español, español"). ¿Harían lo mismo en la ciudad condal?

Ya puestos a hacer revista de prensa, enlazo esta conversación entre Joe Boyd y Mario Pacheco, dos figuras clave de la vieja guardia de la industria musical, aprovechando su presencia en el festival Palabra y Música. Le falta un poco más de sustancia para tratarse de los personajes de que se trata, pero aún así tiene su cosa.
Texto por Pablo Guimón en El País.

Canción del día:
"Get Ur Freak On" (Eels)

Frase del día: "Me inspiro en las malas de los cuentos" (Soraya Sáenz de Santamaría)

3 Comments:

Blogger Unknown said...

Bien, bien, bien!!! es que cuando nos ponemos oscuritos...... graciasssss

5:35 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

gracias por ejercer de callejero y disculpa por lo bizarro de la petición.

Me gustó el Pepe Bottle, sobre todo esa parte clásica frontal y luego el pasillo tipo tren del fondo.

Graciñas. Bicas a mazo.

10:39 p. m.  
Blogger jesus (of suburbia) said...

No tengo ningún disco de The killers, sólo me dejo llevar por sus singles, por ello me parecen una grandísimo grupo. Otra cosa (parece) que son sus "no singles". Flowers se pone intensito, es cierto, pero más bien como todos.

Soraya Saenz de Santamaría? A mí me pone María Dolores de Cospedal.

11:42 a. m.  

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