lunes, diciembre 07, 2015

"Under The Skin", de Jonathan Glazer. Una chica conduce sola de noche.


Incomprensiblemente, sigue sin estrenarse comercialmente por aquí el fascinante tercer largo de Jonathan Glazer (hasta donde yo sé, en Madrid hubo un pase en el festival SyFy en el cine Palafox y otro en La Casa Encendida), así que recomiendo encarecidamente ir a su búsqueda, sea por métodos legales o ilegales, ya que estamos ante una de las grandes obras maestras que ha dado el cine en el siglo XXI. 

Y ahora es cuando, después de decir esto y hacerme caso, muchos diréis que vaya mierda, que la peli es un globo inflado y un rollo tedioso y ultra pretencioso. Es comprensible. Hay que ir sobre aviso. Intentaré, a continuación, contar por qué me ha gustado tanto.


-Sin haber leído la novela original de Michael Faber (de lo que tengo muchas ganas), me cuentan que la adaptación no capta su literalidad sino su espíritu, trasladándolo a su propio universo visual. Narrativamente, al parecer, en la presentación de personajes, la dosificación de la información, los diálogos y otras estrategias narrativas.

-El clima desasosegante, sin duda, al que contribuye la música de Mica Levi en plan Ligeti (muchísimo más interesante que lo que hace con Micachu & The Shapes).

-La sensación de soledad que desprende. Una mujer (alien) solitaria, atormentada, sin libre albedrío, cumple la misión de asesinar a hombres solos seduciéndolos. La idea de mantis religiosa de la cultura popular patriarcal (el sexo fácil es una trampa, es peligro) se revierte en otra cosa. Ellos se vuelven víctimas del deseo y de su propia soledad, y ella de sus clientelismos, su esclavitud con respecto a quienes la están utilizando a ella. Luego, al final, hay otro giro, que no revelaré.

-El misterio.


-Los espacios abstractos que representan los lugares alienígenas en contraste con la Escocia real en un tiempo no revelado pero que parece los años 70.

-Todo el proceso de toma de conciencia de sí misma, la humanización a partir de asumir la diferencia entre el bien y el mal (o de la compasión) del personaje de Scarlett Johansson, magnífica en su gestualidad ausente de alien que acaba de aterrizar en un lugar extraño. Su comentadísimo primer desnudo en la pantalla, simbología perfecta de la asunción del yo, tiene un sentido narrativo muy potente. Se revela como una actriz icono de nuestro tiempo que es tan convincente haciendo esto como poniendo voz a un sistema operativo en "Her".

-La idea de utilizar a actores no profesionales y meter cámaras ocultas para insertar diálogos reales, en una combinación entre las herramientas del cinéma vérité y el cine fantástico más abstracto y aventurado.

-Sus ambientes y estética me recuerdan también al cine de Nicolas Roeg. "The Man Who Fell To Earth" sería el ejemplo tal vez más adecuado. El pulso de Kubrick también está ahí pero, en realidad, no hay referencialidad que valga: es una película absolutamente única y personal.

-Todavía me deja pensando. Inquieto. Y la vi hace ya meses.

Aquí una referencia a "Reencarnación", la película anterior de Glazer.

Y aquí, el que me parece uno de los mejores videoclips de la historia: